Según las estimaciones actuales, una de cada cuatro oportunidades de empleo se cubriría con un puesto de Formación Profesional, lo que supone el 24,6% del total de oportunidades de empleo en el periodo hasta el año 2030. En un país que arrastra deficiencias estructurales en materia de empleo juvenil, se trata de una oportunidad de futuro para muchos jóvenes. Sin embargo, el último informe anual Panorama de la Educación de la OCDE avisa y destaca la importancia de combatir el absentismo en España que se convierte en el país de la UE con mayor proporción de jóvenes de entre 25 y 35 años que no tienen estudios de Bachillerato o su equivalente de FP de Grado Medio.
En total, un 27% del alumnado de FP abandonan los estudios a los 16 años y no vuelven a formarse (el 32% de los chicos y el 21% de las chicas) lo que supone una clara desventaja a la hora de enfrentarse a las exigencias del mercado laboral. En Ayuda en Acción empezamos este nuevo curso con un objetivo claro: acompañar a estudiantes de FP, vinculándolos con su futuro y combatiendo el absentismo escolar.
Ir a clase no debería ser un rollo
El acompañamiento en el aula es fundamental para detectar las causas que desembocan en el abandono educativo. Para parte del alumnado, la desmotivación llega cuando desaparece el motivo por el que estudiar. Desde Ayuda en Acción queremos volver a enganchar a esos jóvenes con un propósito. Muchas veces se trata de descubrir una vocación, pero otras de generar ese espacio de autoconocimiento y escucha para poder trazar un plan de acción individualizado con el objetivo de mejorar las herramientas de empleabilidad. En los centros de Formación Profesional en España, en los que Ayuda en Acción está presente, trabajamos para mejorar la relación alumnado/centro, reforzando las metodologías activas de aprendizaje y generando espacios seguros para un centro más inclusivo y moderno. Para muchos jóvenes, estas sesiones sirven de enganche para volver a clase, definen un objetivo y establecen las pautas de un proyecto futuro.
Buscar la oportunidad
Más allá de la orientación vocacional y profesional, el desarrollo y la adquisición de competencias y la conexión con el entorno (para detectar nuevas oportunidades laborales) son estrategias fundamentales que mejoran la empleabilidad del alumnado. Uno de los motivos principales para estudiar una Formación Profesional en España es, sin duda, las altas tasas de inserción laboral en un catálogo educativo que puede adaptarse al ritmo que demandan las empresas. Según la publicación anual elaborada por la Subdirección de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación Profesional, las opciones que encuentran mayor tasa de empleabilidad son:
- En FP Básica lideran el ranking los estudios de Transporte y Mantenimiento de Vehículos (con casi un 22% de afiliados a la Seguridad Social un año después de finalizar sus estudios), Fabricación y Mecánica (19,5%) y Hostelería y Turismo (19,3%).
- En FP Grado Medio el porcentaje de afiliación sube en todas las opciones educativas ocupando los primeros puestos las profesiones de la rama de Sanidad (50,6%), Transporte y Mantenimiento de Vehículos (47%) y Fabricación Mecánica (46,7%).
- En FP Superior la tasa de afiliación media al año de finalizar se sitúa en el 50,5% (frente al 15% de la FP Básica y la 37,5% de FP de Grado Medio) ocupando las primeras posiciones las opciones de Informática y Comunicaciones (66,7%), Instalación y Mantenimiento (64%) y Química (60%).
Buscar la oportunidad supone, por tanto, asumir el reto de modernizar el aprendizaje dentro del aula, atendiendo las demandas individuales y acompañando al alumnado en ese viaje de autodescubrimiento y compromiso con su propio futuro. En Ayuda en Acción ya hemos empezado.